Nueva entrada sobre un restaurante, esta vez cerquita, muy cerquita de aquí.

Hace unos meses, en una revista de moda y modos, leí una reseña sobre un hotel y restaurante en Ribera del Duero, en ¿Roa? ¡Al lado de casa y yo sin saberlo! Raíz, restaurante, hotel, lounge bar… Cuantas cosas!!! Eso tengo que ir a verlo… y contarlo, por supuesto.

Una decoración de estilo minimalista, con maderas oscuras, puertas de cristal y colores neutros, hacía esperar una carta con toques de cocina moderna, pero nada más lejos de la realidad. Cocina tradicional castellana y muchas aves en el menú. Como yo no tengo nada en contra de los pajaritos, de pequeña, hasta escuché y bailé a María Jesús y su acordeón, acepté la propuesta.

Nos recibió Myriam, la maître y sumiller del restaurante, que a sus 24 años, es el próximo representante de Castilla y León en el  Concurso Nacional de Sumillería. ¡Casi nada!, aunque de esto me enteré unos días después leyendo la prensa…

En la mesa, mientras preparan la comanda, aperitivo de champiñones a la plancha y cata de aceite de oliva virgen extra con pan de hogaza. Ummm! Esto promete…

Como entrantes, ensalada de escabechados y rollitos de cecina con foie. Los escabechados, correctos, aunque eché de menos algo de alegría y color en la ensalada. En cuanto a los rollos de cecina y foie, la combinación de sabores y texturas resulta agradable y  sorprendente, pero nuevamente, falta presentación en el plato, y es algo escasa la ración.

Los platos principales, pollo de corral y pintada al vino tinto. La ración de pollo fué completa, con cresta, escarbadera (pata delantera), pechuga y ala, aunque sin guarnición, pero muy bien cocinado, y eso que este pájarito no está entre mis favoritos.

La pintada al vino tinto, generosa de ración y con sabor y textura en la salsa de vino, aunque algo seca por exceso de cocción.

Bebimos vino del Páramo de Guzmán, Crianza 2007, del cual Myriam nos hizo una pequeña introducción antes de servirlo y mostrarnos el corcho abierto.

Y de postre, como no podía ser de otra manera, queso de Páramo de Guzmán con crema de membrillo y selección variada de postres, con flan de café, tarta de cuajada y sorbete de mandarina. El queso, de oveja, intenso, pero a la vez con un sabor delicado y el membrillo dulce y cremoso. Lástima que no quedara más. La tarta de cuajada, lo mejor de la selección, además con cuajo  fresco de la quesería. ¡Fantástica!

Lo peor: Quizá algo de innovación en la carta, y más imaginación en  la presentación de los platos son las cosas que eché de menos en Raíz.

Lo mejor: A pesar de que la comida me gustó, de que el local es acogedor y de que dispone de una amplia carta de vinos, y de que la bodega de la entrada promete aunque no esté todavía abierta, he de reconocer que lo mejor de Raíz, sin duda, es Myriam. Atenta, cordial, profesional… El perfecto maître. Mejor dicho, la perfecta maître.

Precio: La comida para dos con vino, postres y cafés nos salió por 80,00€.

Valoración TyG: 7 de 10

Raíz

Ctra. Circunvalación R30 s/n
09300 Roa

Tel: 947 541 848

restaurante@disfrutaraiz.es

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