Hace muchos años escuchaba a Gomaespuma en la radio. Todavía recuerdo las risas que me echaba con Cándida y todas las historias de estos gamberros, Juan Luis y Guillermo. Desde entonces, más de cerca o de lejos, siempre he intentado estar al tanto de sus proyectos y aventuras.

Gomaespuma

Gané «A Cien Millas de Manhattan» (Aguilar) en un concurso desde la web de Gomaespuma. Cuando llegó a casa parecía una de esas cosas serias que hacen de vez en cuando (bastante a menudo) este par de sin-vergüenzas y por eso tardé unos meses en abrir sus páginas. Este verano, me lo llevé de viaje al sur, y así fue como disfruté de su lectura. La sensación de que debía agradecer de alguna manera el regalo es lo que me hace saltarme olímpicamente la temática del blog para recomendároslo y es así como me hallo hablando de un libro, el primero en TyG, que además no va sobre música ni comida, aunque estos temas aparecen reflejados en algunos capítulos.

A Cien Millas de Manhattan

«A Cien Millas de Manhattan» es un libro muy bonito, con tapas duras y una foto así, como de una ventana con cositas dentro; un salmón (qué narices hace un salmón en una ventana?), un guante de béisbol, un bote de sirope de arce… Tiene doce capítulos que se corresponden con los doce meses de un año, en el que Guillermo nos habla de su experiencia en Rhinebeck, un pueblo de menos de 3000 habitantes en el estado de Nueva York. Alejado de todos los tópicos que hemos visto en tantas películas, en este estado, además de rascacielos y prisas hay una riqueza natural increible y lugares en los que los vecinos se conocen y hablan entre ellos.

Así es como la curiosidad de Fesser va descubriendo historias muy humanas, un «american way of life» alejado en algunos casos de lo que estamos acostumbrados a ver en el cine, y en otros momentos caricatura de sí mismo. En cualquier caso, nada que ver con lo que nos viene a la cabeza si pensamos en Nueva York. Y es que NY es ciudad y es estado, y en el contraste entre una y otro es donde surgen las historias que Guillermo desgrana con su particular palabra, simpática, a veces tierna, con un lado ácido (pero ácido como el chicle de fresa, no como el vinagre) y divertido.

¿Por qué de las calles de Nueva York sale vapor? ¿Cómo se obtiene el sirope de arce? ¿A qué sabe una hamburguesa de bisonte? ¿Cómo organizar una expedición a Alaska para pescar salmones? ¿Es mejor practicar atletismo descalzo o con unas buenas zapatillas de deporte?

Tal vez «A cien millas de Manhattan» no responde a dudas preconcebidas antes de abrir el libro, pero desde luego incluye muchas preguntas con respuesta.

El autor Guillermo Fesser

El autor Guillermo Fesser

Guillermo Fesser es un escritor de verdad, no os dejéis engañar por su lado más cachondo. Tenemos entre las manos un libro de lectura ligera y entretenido, recomendable para la gente que nos gusta viajar (o al menos que soñamos a menudo con hacerlo) y sobre todo a los que compartimos a partes iguales admiración, curiosidad y a veces manía hacia esa gran cantidad de personas que son los Estados «Juntitos» de America.

Por cierto, me acabo de dar cuenta de que vivo a 100 millas de Madrid XD. No es lo mismo, pero tal vez alguien podría escribir un libro.