Elia

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Comer en Londres: Batlers Wharf Chop House

Llevábamos un par de días en Londres y era momento de darse un homenaje en un buen restaurante. La oferta gastronómica es impresionante, pero, ¿sería posible comer una tradicional comida británica de calidad? El viernes por la noche probamos que sí. Según algunas guías para urbanitas, Butlers Wharf Chop House es un restaurante de cocina inglesa bien elaborada y en un entorno incomparable, en la orilla del Támesis y al pie de Tower Bridge. Desde luego, el entorno no desmerece, situado en el antiguo edificio de Butlers Wharf Pier, con terraza hacia el río y una increíble vista del Puente de la Torre.

Era viernes por la noche y no habíamos reservado, así que nos tocó esperar un rato antes de poder sentarnos, y no en el comedor principal, pero la camarera fue lo bastante amable como para situarnos en una mesa con respaldo calefactor (hacía frío y estábamos cerca de la puerta) y con vistas al puente. El local estaba a rebosar de parejas y grupos iniciando el fin de semana y mientras esperamos, nos tomamos unas pintas de cerveza en la barra.

Cuando nos sentaron estábamos caninos, así que atacamos con voracidad el pan con mantequilla, que por cierto estaba delicioso (¿o serían el hambre y las cervezas?).

Lo malo de las cartas de los restaurantes en un idioma extranjero es que es difícil saber que pone por el contexto, pero esta vez hubo suerte y podíamos reconocer casi todo lo que aparecía en el menú y todo sonaba apetecible. Umh! ¿Carne? ¿Pescado? Queríamos probarlo todo. Mientras esperábamos había visto servir varios platos de “fish and chips” que tenían un aspecto increíble, servidos en cestitas de mimbre y con dos tipos de guarnición, salsa tártara y puré de guisantes.

La camarera flipó cuando pedimos “fish and chips” y pescaditos fritos para compartir como entrantes. Tuvimos que explicarle que éramos españoles; claro que todavía alucinó más cuando pedimos repetir de pan y untamos las salsas (somos más de pueblo que las amapolas). De segundo, y a falta de Roast Beef con Yorkshire Pudding, que se había acabado, pedimos chuletas de cerdo al estilo Gloucester para tres y pastel de carne, ostras y riñones para mi, que siempre tengo que probar lo más raro del menú.

El “fish and chips” estaba fantástico; el pescado suave con un rebozado crujiente y con un leve toque a mantequilla, y las patatas en corte grueso, hasta diría que fritas en aceite de oliva. Todo un descubrimiento hasta para Martín, que llevaba viviendo siete meses en Londres.

Los pescaditos fritos de la bahía, estaban excesivamente salados para mi gusto, y en cuanto a los segundos platos, una de las chuletas estaba algo seca, por exceso de cocción, pero el pastel de riñones estaba jugoso y sabroso. A esas alturas de la velada íbamos ya por la segunda botella de vino californiano, que por cierto no estaba nada mal, y ya rebosábamos felicidad.

De postre tomamos helados y sorbetes (todavía no sabemos la diferencia entre unos y otros porque tenían la misma textura), de pastel de jengibre, de Guiness, de ruibarbo, de grosellas, y de algo más que ya no recuerdo, pero todos ellos deliciosos.

Si a eso le añadimos el espectáculo de pareja ligando en la barra del bar, compuesta por mujer joven y muy atractiva y hombre algo más mayor, con atractivos supuestos aunque no tan a la vista como los de su compañera (quizá en su cartera, su coche, su casa…), con cachete en las nalgas de ella incluido, la diversión fue completa.

Espectáculo aparte, un lugar interesante, con buena cocina inglesa, un bonito y amplio local, servicio atento y vistas fantásticas. ¿Podemos pedir algo más? Bueno, supongo que podíamos pedir que además fuera barato, pero los milagros no existen, así que hubo que rascarse un poco el bolsillo.

Lo peor: Sin duda el precio, y la oferta de la carta no era excesivamente amplia, pero si suficiente.

Lo mejor: Poder comer buena comida inglesa mientras miras el Puente de la Torre. En verano y en la terraza tiene que ser todavía mejor. Ah! Y una más que aceptable carta de vinos para ser un restaurante londrinés de precio medio.

Precio: La cena para cuatro con vino, postres y cafés nos salió por 175,00£ , aunque a mediodía tienen menús por 22,00£ (muy buena realción calidad-precio en Londres).

Valoración TyG: 8 de 10

Butlers Wharf Chop House

The Butlers Wharf Building
36e Shad Thames

London

SE1 2YE

+44 (0)20 7403 3403

info@danddlondon.com

http://www.chophouse.co.uk

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Comer en Londres: Caramel – «A tradicional English breakfast»

En pleno barrio de Westminster y a tan sólo cinco minutos de la Estación Victoria está el restaurante Caramel donde, según mi cuñado, sirven el mejor desayuno de Londres. No es que dude de su criterio, aunque con estos madrileños nunca se sabe, pero el mejor es mucho decir para no aceptar el desafío.

Fachada Caramel

Una británica, invernal y lluviosa mañana tras una breve vista a Buckinham Palace nos fuimos a comprobarlo . A la entrada, una pizarra apunta que los desayunos de lunes a viernes y hasta las once de la mañana son a mitad de precio. No tiene aspecto de restaurante tradicional inglés, pero la decoración en marrones, beiges y rojos es acogedora.

 Interior Caramel

Aunque nos habían recomendado probar el desayuno con salmón, al final nos decidimos por el Tradicional English Breakfast en versión normal y grande y para beber, un té y un café latte , que no un coffe with milk, que de esos ya no tienen en ningún sitio. ¡Para eso aprende inglés una!

Primero nos trajeron las bebidas y las tostadas (dos para cada uno), y después los desayunos. El más pequeño de los dos lleva las clásicas “beans”, dos filetes de lomo ahumado (sí, lomito jugoso en lugar de beicon grasiento), una salchicha especiada, un huevo frito, champiñones y medio tomate a la plancha. Esto no me lo acabo yo ni para la hora de la cena.

English Breakfast Caramel 

El Big English Breakfast añade a todo lo anterior, por si aquello no era suficiente, una especie de tortilla de patata condimentada, otro huevo frito y otra salchicha. Para morir hartito….

 Big English Breakfast

Haciendo un grandísimo esfuerzo, conseguí dejar tan sólo un filete de lomo en el plato (y no sabéis cuanto lo siento), pero la ración era más que abundante, aunque hubo quien se acabó el “Big” entero…

La comida bien elaborada (los huevos tenían hasta yemita para mojar), las raciones abundantes y el servicio atento, casi me convencieron de que era el mejor desayuno de Londres, pero como nos los he probado todos, tendré que volver para comprobarlo.

Lo peor: A pesar de estar en un barrio turístico no está en una calle principal y es relativamente caro si no hay ninguna oferta.

Lo mejor: La calidad de los productos y la preparación de los mismos; a pesar de ser elaboración sencilla no era la típica mezcla grasienta que otros venden por desayuno inglés.

Precio: Como llegamos a la oferta de mitad de precio, salimos por 10,30 £ (servicio no incluido) los dos desayunos completos, lo cual en Londres es un precio más que razonable.

Valoración TyG: 8 de 10

CARAMEL

77 Wilton Road
London SW1V 1DE
+44 (0) 20 7233 8298         +44 (0) 20 7233 8298

Comer en: Madrid – Sushiitto – «Sushi para principiantes»

Voy a robarle a Marian Keyes el título de uno de sus libros para definir mi visita a Suhiito, un japonés con punto… o al menos así se autodenomina.

Estábamos dando vueltas por Madrid el lunes 4 de enero en plena orgía de shopping navideño de última hora, diluviando y sin un maldito parking libre en todo el centro, cuando decidimos enfilar la M-30 y acercarnos a comer a Herón-Diversia en Alcobendas.

Para no variar nos encontramos la habitual oferta gastronómica de todos los centros de ocio; pero como no están mis hijos, ¡¡ hoy libro de  McDonald’s !! así que tiramos para un japonés que probablemente sea lo que menos se parece al lechazo de Aranda. ¡Qué le vamos a hacer!, para una vez que una sale del pueblo…

lolita2

En la puerta, un cartel con una lolita victoriana en una calle de Tokio, con su sombrillita y todo, nos invita a tomar el menú del día por 13,50 €, con un primer plato, un segundo y un acompañamiento (será para el baile de después), y que incluye sopa de miso y bebida, nada de vino ni mucho menos postre. No es un chollo, pero es Madrid, me muero de hambre y no va a ser el menú más caro que he comido, así que, vamos para adentro.

En principio el local tiene buena pinta. Un espacio diáfano con barra de bar y barra de sushi a la derecha (con una cocinera preparando la comida a la vista), espacioso y de ambiente moderno, con maderas claras y alguna plantita, nos invita a entrar. Está casi vacío, pero son cerca de las cuatro de la tarde de un lunes de enero, así que no me dejo asustar por ello, ni por las camareras de Naciones Unidas allí presentes.

Es apenas mi segunda visita a un restaurante japonés, pero como en cuanto a comida se refiere, mi máxima es “pa´que” miedo habiendo hospitales, así que a pesar de que Alberto se decide por el menú del día en su versión más española, pidiendo Goyzas, Katsudon y Nigiri de sake (o sea, empanadillas, lomo de cerdo con arroz y paquetitos de arroz con salmón), yo me lanzo de cabeza a la carta y me pido la combinación especial de Sashimi, con atún, salmón, calamar, pescado blanco y boquerón (pero nena; si no sabes ni lo que es!).

Misoshiru

Primero llega el Misoshiru (sopa de soja con tofu, shiitake, wakame y cebolleta), en un bol de cerámica con cuchara a juego. Está caliente y tiene un sabor agradable a verduritas. Enseguida llegan el resto de platos del menú, casi son las cuatro y hay que darse prisa. Nos traen un platito con Goyzas, que son dos empañadillas japonesas (no fritas, eh!) de carne picada de cerdo con verduras, que están deliciosas solas y mejor con salsa de soja.

El plato principal, Katsudon es un plato de arroz blanco cubierto de cebolleta, espinacas y champiñón pochados, y a su vez cubierto de cinta de lomo de cerdo rebozado y tortilla por encima, todo ello regado por una salsa ligeramente dulce, como si las verduras estuvieran caramelizadas; el arroz hervido en su punto y la salsa dulce le da al conjunto un toque diferente. Y además otro platito con Nigiri de sake (eso es el acompañamiento, para los despistados).

Sashimi

Y por fin, llega el Sashimi. Cuando veo aparecer el plato con el pescado crudo cortado bastante grueso y nada más (bueno, un poquito de pasta de wasabi y algo de pepino) casi me da un ataque, ¿dónde está el arrocito de debajo?, pero ya no puedo volverme atrás, así que cojo los palillos y decido empezar por el salmón, que al menos ya lo he probado. Está buenísimo, con una textura más suave y menos fibrosa que el ahumado o el marinado, y desde luego, menos graso que estos. El pescado blanco (quizá bacalao o merluza) y el calamar son los siguientes.

No me atrevo a probar el atún, tan rojo, tan crudo… Me sorprende la suavidad pero consistencia de la textura del pescado y el calamar está tierno pero en absoluto viscoso . Esto va mejor de lo que creía. Ahora el boquerón; ¡Vaya, este sabe como los boquerones en vinagre! Y ya no me queda más remedio; a comer atún crudo. Tenía que haber empezado por ahí. Es delicioso, como un solomillo de ternera tierno y casi crudo pero más delicado. Sin duda, lo mejor del plato. Al final, voy mezclando los distintos pescados con la verdura, el jengibre, el wasabi, la salsa de soja…, en definitiva un frenesí de devoradora de pescado crudo. Y para terminar, un té verde.

Sashimi2

Lo peor: el local a pesar de amplio resulta algo oscuro (quizá el día de lluvia no acompaña demasiado), y para los amantes del dulce, apenas hay tres postres en la carta y la selección de bebidas también es algo escasa.

Lo mejor: muchos de los makis, rollos y sushi son más que comestibles aún para los más acérrimos opositores a la comida japonesa y a la idea de comer pescado crudo (vamos, que no lo sacan directamente de la pecera, y al fin y al cabo el jamón, carne cruda es). Y como extra, en el fondo del local hay dos mesas con plancha para cocina en vivo, aunque supongo que lo tiene que pedir toda la mesa.

Precio: una opción más que respetable y a buen precio, ya que el total de la cuenta ascendió a 38,50 €, y eso que me pedí uno de los platos más caros de la carta (que le voy a hacer, así soy yo; si pensáis que sale más barato comprarme un traje o un bolso que invitarme a comer, ya os digo que tampoco).

Valoración TyG: 7 de 10

SUSHIITO
Centro de ocio Heron Diversia
28108 Madrid
T. 916 624 664
T. 916 624 673
www.sushi-itto.es