Aunque para los de Aranda y la Ribera, una visita a Los Rastrojos al menos una vez al año es casi de obligado cumplimiento, sobre todo en acontecimientos familiares de la BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones) o en los meses de invierno, para comer el cocido de los jueves, esta vez os voy a contar una experiencia que para muchos no será conocida.

restaurante Los Rastrojos

Menú degustación de Finca Los Rastrojos. Interesante y diferente para paladares inquietos y con un precio muy razonable para todo lo que ofrecen. David saca a relucir su imaginación y su mejor hacer para un desfile de platos a la altura de los fogones de muchos restaurantes de guías, tenedores y estrellas.

Señores y señoras, permanezcan sentados en sus sillas, relájense, apaguen sus teléfonos móviles y suéltense los cinturones, porque vamos a despegar.

Empezamos la cena con un entrante salado del Cantábrico, “Anchoa en salazón con espuma de Cabrales y trigueros”. A pesar de no ser fan de las anchoas ni del queso de Cabrales, he de reconocer que la combinación hace que el queso esté menos fuerte y la anchoa menos salada. Los trigueros le dan frescura al bocado.

Seguimos con “Crujiente de yuca con nuez, hueva de trucha y lasca de hueva de mújol”. Original y agradablemente sorprendente la mezcla de la dulzura de la yuca y la nuez, con el sabor marino de las huevas. La textura del crujiente con la melosidad de la hueva lo hace aún más espectacular.

Crujiente de yuca con nuez, huevas de trucha y lasca de hueva de mujol

Crujiente de yuca con nuez, huevas de trucha y lasca de hueva de mujol

Continuamos con más fruto salado del mar, “Mojama de atún rojo con espárragos trigueros y vinagreta de tomate”. Hay que probar una loncha con los trigueros y otra con el tomate. Sin duda, me quedo con la segunda. Frescura y acidez combinan de maravilla con el pescado salado.

Mojama de atún rojo con vinagreta de tomate y puntas de trigueros

Mojama de atún rojo con vinagreta de tomate y puntas de trigueros

A pesar de que empezamos pidiendo Hoyo de la Vega Crianza 2006, nos han traído Hoyo de la Vega rosado, que es uno de mis rosados favoritos, y desde luego, marida mejor con el pescado salado que el tinto. Qué puedo decir… no sabía lo que nos iban a servir!!!

Ahora llegan los aperitivos calientes, también de frutos del mar. Primero, “Croquetas de chipirones en su tinta”, puestas sobre una base de salsa de tomate. Esponjosas y con todo el sabor de la tinta del chipirón.

Después, “Montado de cococha de bacalao, setas, colas de cigala y pasta”. Hábil combinación de cuatro productos de textura y consistencia parecida aunque de sabores muy diferentes. El resultado, muy sabroso.

Montado de cococha de bacalao, setas, colas de cigala y pasta

Montado de cococha de bacalao, setas, colas de cigala y pasta

Seguimos con una versión del pulpo a feira diferente, o al menos para mí, con el pulpo a la parrilla. En corte grueso, para que aguante mejor el fuego fuerte. El resultado, algo más duro y seco que el tradicional cocido, pero el humo de la parrilla le da un toque novedoso.

A continuación, uno de mis favoritos. “Foie con texturas de manzana (asada y en espuma)”. Umh! A la plancha, poco hecho y esponjoso. El foie es una de mis comidas favoritas, y la acidez de manzana y la dulzura del Pedro Ximenez, no hacen sino mejorarlo. Lo siento por los pobres patitos y lo que sufren para tener un hígado tan sabroso, pero no puedo resistirme!!

Foie a la plancha con texturas de manzana

Foie a la plancha con texturas de manzana

Uf! Casi no puedo con mi vida, menos mal que nos traen ahora un sorbete de lima-limón para refrescar y bajar un poquito la comida. Para aquellos que penséis que son platos de bocado o dos bocados, os diré que a esta altura de la cena llevamos ya siete platos diferentes lo cual hace ya muchos bocados, y desde luego no parece que vaya a terminar de momento.

Comenzamos ahora con los platos principales. El primero, “Milhojas de verdura con capa de bacalao”. Variación del pastel de verdura, coronado con una fina capa de miga de bacalao en salazón que le da un toque de sabor salado al mismo. Muy recomendable para aquellos que piensan que les parece soso comer sólo verdura.

Ahora, a pesar de que casi todos los platos son de o con pescado, llega el plato de pescado; “Rodaballo al cava con langostino y cococha de bacalao”. La salsa de cava está espectacular, aunque me parece que el rodaballo está muy hecho, pero es que a mí los pescados me gustan con poca cocción.

Rodaballo al cava con langostino y cococha de bacalao

Rodaballo al cava con langostino y cococha de bacalao

Y para terminar la degustación, un plato de carne: “Magret de pato a la plancha con salsa de mango y reducción de vino rosado”. Está increíble, una vez más el pato es mi favorito, pero no puedo con ello. Apenas conseguí acabar la mitad de este último plato, aunque he de decir en mi defensa que no he dejado nada de ninguno de los ¡¡diez!!, platos anteriores.

Nada mejor que acabar una fantástica cena que café y un poco de dulce, en este caso pastel de mandarina (no me ha gustado, sabe a Dalsy, la medicina de los niños) y bizcocho de chocolate relleno de crema de chocolate caliente, que sólo hubiera mejorado con más chocolate por encima. Con razón sube el nivel de endorfinas, da felicidad y puede ser sustitutivo del sexo. ¡¡Chocolate, umh!!

No puedo ni moverme después de todo lo que he comido y probablemente tenga que pasarme a acelguitas y lechuga la próxima semana, pero esa será mi penitencia. En cuanto haya expiado la culpa de mi gula, que es pecado que más me pierde, volveré a caer en la tentación de probar otro restaurante, otra comida, otro vino…, pero eso será otro día.

En fin, si tenéis inquietudes gastronómicas y queréis iniciaros en la cocina de autor pero El Bulli os pilla lejos (además va a cerrar) y tampoco queréis gastar una fortuna en una cena, os propongo acercaros a Los Rastrojos y probar el menú degustación. Os garantizo que no os va a defraudar.

Lo peor: Inevitablemente la sucesión de platos hace que la cena se alargue más de lo habitual y hay que tomárselo con calma. La preparación, presentación y servicio llevan su tiempo.

Lo mejor: Poder probar un montón de las creaciones de la mente de David, en pequeño bocado. Si algo no te gusta, pasas al siguiente. Id con la mente abierta a texturas y sabores.

Precio: 55,00 €/persona  incluidas las bebidas, el postre y el café.

Valoración TyG: 8 de 10

Restaurante Los Rastrojos
Ctra. Peñaranda Km 4,5
Aranda de Duero
947 512 799
www.losrastrojos.com