Un poco de comida

Aprende a comer fruta y verdura de temporada

Estos días he podido ver en redes sociales una campaña de Intermón Oxfam bajo el título “Desafío CRECE” que nos anima a establecer un sistema de alimentación más justo para todos. Os invito a echar un vistazo a su web, y si os animáis, poner en marcha sus consejos (click aquí )

 

Entre estos consejos nos recomiendan consumir productos de temporada… ¿Productos de temporada?

Seguro que nuestros padres todavía conocen los meses en los cuales las naranjas están más jugosas, cuándo es la temporada de cerezas y si las patatas son “nuevas” o “viejas”. Pero lo cierto es que quienes hemos empezado hace poco tiempo a hacer la compra nos hemos acostumbrado a ver en las estanterías de los supermercados fruta y verdura durante todo el año.

Ignoramos que muchas veces esta fruta y verdura viaja una cantidad de kilómetros que dejarían en ridículo al mismo Marco Polo. Se recolecta antes de tiempo para que no llegue al destino sobremadura y se mantiene en cámaras frigoríficas almacenada durante largos periodos de tiempo.

¿Las consecuencias? Fruta y verdura que no sabe a nada y que independientemente del precio en el mercado (normalmente provienen de zonas donde el coste de la mano de obra es mucho más bajo) tiene un enorme coste ambiental.

¿Tenemos que resignarnos a comer fruta que no sabe a nada y a “darle más caña” al planeta? ¡No! Debemos aprender a ser buenos consumidores y comprar fruta y verdura de temporada para disfrutar de una alimentación sana y rica. Además, según está el patio, no está de más echar una mano a los agricultores y productores que cultivan estos alimentos.

 

 

Al tema; durante el mes de julio, las frutas y verduras en su punto óptimo para el consumo son los aguacates, albaricoques, higos, cerezas, ciruelas, frambuesas, melocotones, melones, nectarinas, paraguayas, peras, plátanos, sandías, calabacines, calabazas, judías verdes, lechugas, nabos, pepinos, pimientos, rábanos, remolachas, tomates y zanahorias. ¿Serás capaz de quejarte por no tener dónde elegir?

Así que cuando este mes compres unos ricos albaricoques podrás reirte de tu vecina que compra un kilo de fresas a las que tendrá que echar una tonelada de azúcar porque no saben a nada ;o)

Desde TyG te animamos a concienciarte como consumidor. Compra bien y tu bolsillo, tu entorno, y sobre todo tu cuerpo te lo agradecerán.

Más información:

www.ocu.org

www.consumer.es

www.alimentacion.es

www.fdmed.org

 

Tenedores y Guitarras en Twitter!

Hola a todos! Hemos abierto una cuenta en Twitter!

Queremos compartir con vosotros los discos que nos gustan, restaurantes para descubrir, vinos embriagadores, conciertos molones, recetas resultonas… y por supuesto que vosotros nos contéis lo que os de la gana!





Be Twitter my friend XD

Síguenos en https://twitter.com/#!/TenedoresyGuit

Comer en: Salamanca – El Mesón de Gonzalo

Salamanca es la tierra de mis orígenes. Cuna de mi padre y la mitad de mi familia, siempre que vuelvo, aunque sea de manera fugaz vienen a mi mente recuerdos de cuando era pequeño. En lo gastronómico, sin duda alguna, los embutidos caseros y las magdalenas que hacía mi abuela con la nata de la leche que iba apartando todos los días.

Comer en Salamanca

En la última visita tuvimos la suerte de caer en las manos de Susana y Toño, los mejores anfitriones del mundo, con quien descubrimos El Mesón de Gonzalo, un pequeño restaurante al lado de la Plaza Mayor de Salamanca, que por si alguien no lo sabe es una de las más bonitas de España, qué digo España, del mundo! (prometo no exagerar a partir de ahora XD).

Llegamos a El Mesón de Gonzalo sabiendo que se trataba de un negocio familiar que ha pasado a la segunda generación, con la consiguiente modernización y el riesgo de que en el tránsito se hubieran perdido algunas de las cosas que hicieron del restaurante un lugar de prestigio en la ciudad. No puedo hablar del antiguo Mesón, pero el nuevo nos dejó un estupendo sabor de boca.

Comer en Salamanca - El Mesón de Gonzalo

El restaurante es cálido, moderno pero acogedor. Una pequeña barra donde tomar una tapa y un buen vino (no olvidemos que estamos en Salamanca, uno de los grandes centros del tapeo) da paso a un comedor pequeño con decoración de inspiración taurina, elegante y de buen gusto. Las sensaciones son agradables y el espacio entre las mesas suficiente para mantener la intimidad.

Comer en Salamanca - El Mesón de Gonzalo

La carta no es muy extensa, pero sí variada. Además de platos tradicionales, podemos optar a alguno más «exótico» y aquí fue donde el mismo Gonzalo nos recomendó el steak tartar y un arroz negro con carabinero, en medias raciones (compartir con estilo), para que después cada uno eligiera un segundo.

Comer en Salamanca - Mousse de fabes

Una mousse de fabes, cortesía de la casa dio paso a la ensalada de canónigos, brotes verdes y flores con foie y jamón de pato.

Comer en Salamanca - ensalada de canónigos, brotes verdes y flores con foie y jamón de pato

A continuación pudimos disfrutar del steak tartar. Espectacular. Los cuatro comensales estuvimos de acuerdo en que la preparación era de 10, cortado a cuchillo y con una integración perfecta de sabores y textura suave. Delicioso. No había probado nunca este plato, pero no me extraña que se trate de una de las estrellas del restaurante.

Comer en Salamanca - Steak tartar

Cambiamos de tercio, si me permitís el simil taurino, con un arroz meloso con carabineros, chipirones y ali-oli. Me remito a las fotos… tan delicioso como parece. El alioli ligero y sabroso se funde con el arroz y el jugoso carabinero ensamblando los sabores y aromas en un disfrute para el paladar.

Comer en Salamanca - Arroz meloso con carabineros, chipirones y ali-oli

Por último pedimos entrecot de buey, un par de solomillos y atún. Las carnes, con la calidad que dieron fama al restaurante, bien hechas (al punto de verdad, que es como nos gusta a los verdaderos carnívoros).

Comer en Salamanca - Solomillo

Yo pedí el atún, sellado a la plancha y brevemente pasado por el vapor en horno, quedando crudito por dentro y con una guarnición de brotes.

Comer en Salamanca - Atún a la plancha

De postre pedimos la tarta de queso con helado de violeta y la torrija de brioche con chocolate blanco y helado de yogur.

Comer en Salamanca - Tarta de queso con helado de violeta

Ya sabéis que me gusta dejar un huequecito en mis críticas para el vino. La carta de vinos de El Mesón de Gonzalo es como la principal, selecta y muy bien elegida. Pedimos un Emilio Moro, Ribera del Duero que demostró ser un compañero perfecto, muy bien ensamblado y elegante, al nivel de la comida.

Comer en Salamanca - Emilio Moro Ribera del Duero

En resumen, El Mesón de Gonzalo es otro de los muchos lugares con encanto de la bella Salamanca. A escasos metros de la burbujeante Plaza Mayor, encontramos un rincón alejado del bullicio donde disfrutar de una deliciosa comida basada en materia prima de calidad y elaboraciones cuidadas, un lugar perfecto para compartir una comida especial con personas especiales. Con un precio adecuado al establecimiento (no nos importa pagar un poquito más por comer en sitios así de vez en cuando).

Lo peor: que este tipo de restaurante no está al alcance de todos los bolsillos y todos los momentos.
Lo mejor: El restaurante tiene mucho encanto. Combina acertadamente modernidad y tradición. La carta tiene platos muy selectos y cuidados y el trato es cercano, personal y correcto. Al lado de la Plaza Mayor.
Precio: 50 €/persona con vino y postre para compartir
Valoración TyG: 8,7 de 10


Restaurante El Mesón de Gonzalo
Poeta Iglesias 10, Salamanca
923 217 222
www.elmesondegonzalo.es