Comer en: Santander – Restaurante Los Peñucas
Situado en pleno barrio pescador, este restaurante forma parte de una especie de «complejo» en el que hay otros restaurantes aparentemente de características similares.
Fuimos allí un grupo de 7 amigos con la intención de disfrutar de un buen marisco y pescado y sobre todo de pasarlo bien.
La primera impresión es la de llegar a un restaurante «de batalla», de esos en los que por la cantidad de gente que ves tanto en la entrada como en las mesas te hace pensar que es un lugar en el que comes bien y barato.
Apenas tuvimos que esperar ya que nuestra mesa estaba reservada con antelación. Después de una confusión con el camarero nos sentaron en una mesa de un comedor que tienen al fondo, correcto, pero tal vez con una iluminación demasiado tenue.
El lugar no cuenta con decoración a parte de algunas fotos dedicadas en la pared, debido seguro a que los propietarios son los padres del futbolista Iván de la Peña. Nada más que añadir en este sentido.
Pedimos una mariscada para 4 personas (2 bandejas) y una parrilla de pescado para 3 con intención de compartirlo todo y a pesar de que nuestra anfitriona (gracias Ana!) era partidaria de pedir una ración menos (6 para 7), las cantidades eran normales y no sobró gran cosa.
La mariscada tenía centollo cocido, almejas al vapor y bogavante, gambas, langostinos y cigalas a la plancha.
El bogavante tenía alguna parte, sobre todo las pinzas medio crudas, y personalmente no me gustó mucho el sabor, tal vez prefiera comerlo con un buen arroz. El centollo estaba bastante seco y no tenía gran cosa para comer. Las gambas, langostinos y cigalas estaban ricos, pero estas últimas eran un poco pequeñas. Las almejas estaban deliciosas.
A continuación nos trajeron el pescado, en una bandeja, todo hecho de la misma manera con una especie de salsa con bastante ajito, pero con un buen sabor. Merluza, salmonete, mero, lubina y dorada (Natalia es la experta en pescados, porque lo que se dice yo…).
Y qué deciros? Bueno… no soy muy pescadero, pero la salsa hacía que todo supiera parecido. Los pescados eran bastante «justitos» de tamaño y la elaboración, como digo tampoco aportó nada especial.
Los postres no estaban mal (destacando un pudding de queso) y el café correcto.
Durante la cena bebimos un vino blanco Ribeiro Campante, que pasó con más pena que gloria.
El precio, si no recuerdo mal, unos 40€ por persona.
En definitiva, que cuando llegas a un sitio de estos puedes perdonar que no haya buena decoración, incluso que el servicio no sea maravilloso, pero esperas calidad en la comida a un precio ajustado.
Los Peñucas se quedan en tierra de nadie. No es un restaurante con encanto, no ponen una comida de calidad y tampoco es barato, aunque tampoco está mal.
Igual no fue el mejor día del cocinero, o tal vez nos equivocamos al pedir (mientras esperábamos nos comimos unas deliciosas rabas), pero por no es un restaurante que recomiendo especialmente. Seguro que hay opciones mejores.
Lo mejor: la compañía y las rabas.
Lo peor: el centollo estaba demasiado cocido o era de baja calidad, el bogavante estaba poco hecho.
Valoración TyG : 5,5 de 10
Restaurante «Los Peñucas»
Marqués de la Ensenada, s/n
Santander – 39009
942 229 445
Imprimir artículo | Este artículo fue publicado por josh el 20 julio 2009 a las 8:11, y está archivado en General, Un poco de comida. Sigue las respuestas a esta entrada a través de RSS 2.0. Están cerrados tanto los comentarios como los pings. |
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hace 12 años
En mis visitas a Santander, siempre suelo recalar para comer o para cenar en el puerto pesquero, y desde hace ya unos años, tras haber probado muchos de los restaurantes de la zona, mi visita obligada es «Los Peñucas».
Si bien es cierto que es un restaurante batallero con un montón de comedores, del cual apenas se salva el primero y porque tiene vistas al puerto e iluminación natural, la comida siempre me pareció con una muy aceptable relación calidad-precio.
Nunca se me ha ocurrido pedir la mariscada ni la parrillada de pescado, (salí muy escaldada de ello en El Vivero, también en el mismo puerto), así que poco o nada puedo decir de ellos. Mi elección de la carta siempre va encaminada hacia recetas más propias del Cantábrico, tales como los chipirones, los bocartes, la sardina o el sapito (rapito). Y en eso te puedo decir que la calidad y la abundancia de la ración si justifica el precio.
La elaboración de los platos es sencilla. Los chipirones encebollados y a la plancha con un poco de tinta, los bocartes rebozados y la sardina y el sapito a la parrilla (este último con la salsa de ajo que tampoco es demasiado de mi agrado), pero el producto es fresco y con un punto de cocción óptimo (no demasiado hecho).
Cuando vuelvas a Santander dale a “Los Peñucas” otra oportunidad pidiendo platos de productos de la zona, y pide el comedor de la entrada, en el que suele atender un camarero profesional y atento, que además tiene la voz de Bruce Willis, y ya me dirás si no le subes al menos un puntito.
hace 12 años
Ese es el punto, que tal vez la mariscada es para «guiris» como nosotros, y el que sabe pide otro tipo de cosas… Esas rabas… joer que ricas estaban!